El día 12 de septiembre, en el barrio San martín, fue cubierto por una densa capa de humo, la cual advertía una tragedia para la comunidad, muchos corrían, preguntaban, e incluso muchos exageraban en sus comentarios, haciendo alusión a heridos, muertos y cuantas mas historias que solamente dejaban en los curiosos la ansia de dirigirse hacia lugar de los hechos para corroborar tales historias.
Mujeres, hombres, grandes y pequeños, se aglomeraban en la esquina de los hechos, la fuerza pública contenía a los curiosos, pues como bien dicen, la curiosidad mato al gato y mas vale prevenir que lamentar. Más a si, arriesgando sus propia seguridad, los enajenados se acercaban mucho más y mas, algunos especulaban, pero pocos sabían de la tragedia de las familias de una humilde vivienda, la cual servia de hogar para aquellas personas, las cuales desconcertadas observaban como su vida se quemaba en cuestión de segundos, y donde el fruto de su trabajo se esfumaba con el humo y las llamas.
Poco pudieron hacer los bomberos, pues la humilde vivienda es su totalidad se conformaba de maderas, cartones y otros materiales que avivaban mas las llamas. 3 horas pasaron, y cuando el humo se disipaba, ya se podía observar la magnitud de los hechos, pues todo al final quedo reducido a escombros y con ellos los anhelos de progreso y un futuro mejor.
Solo quedaba para las familias, mirar al cielo y preguntar a Dios, ¿Por qué?, pero de igual forma agradecer por que todas las personas no tenían a quien llorar, pues afortunadamente la vivienda se encontraba sola.
Simplemente queda que nadie se olvide de su tragedia, y que la comunidad a si como se a conglomero por la curiosidad, a si mismo se reúna y brinde apoyo a estas personas.